domingo, 21 de agosto de 2011

El poeta del jardín (POEMA DEL TRISTE PENDEJO)


Hace tiempo se me ocurrió
que tenía la obligación
como poeta consciente de lo que su trabajo debe ser,
poner un escritorio público
cobrando sólo el papel.
La idea no me dejaba dormir,
así que me instalé en el jardín del Santuario.
Sólo he tenido un cliente,
fue un hombre al que ojalá haya ayudado
a encontrar una solución mejor que el suicidio.
Tímido me dijo de golpe:
"señor poeta, haga un poema de un triste pendejo".
Su amargura me hizo hacer gestos.
Escribí:
"no hay tristes que sean pendejos"
y nos fuimos a emborrachar.

El pobrecito señor X. La oruga, 1980
RICARDO CASTILLO

No hay comentarios:

Publicar un comentario